Me diagnosticaron como "bipolar II" a los 31 años de edad. Pero esto no quiere decir que empecé a padecer la enfermedad a esa edad. Al menos, recuerdo mi primer episodio de depresión prolongada a los 22 años.
Reflexionando un poco más, podría ser que desde niño ya había manifestado algunos síntomas. Recuerdo que varias noches no podía dormir debido a unas pesadillas abstractas. Yo le llamaba "palitos" a unas líneas que veía venir hacia mí durante el sueño. Su velocidad cambiante me asustaba. Pienso, ahora, que era el cerebro que no descansaba durante la noche. Me iba a dormir a la cama de mis padres y me quedaba tranquilo.
Desde muy niño, a los 9 años, ya era capaz de escribir con buena prosa. A esa edad gané un concurso de oratoria en el colegio. Desde entonces, hasta la graduación, fui el encargado de todos los discursos de la promoción. Por cierto, ese primer ensayo era sobre la familia, pero lo destruí después que mis padres tuvieron una pelea.
Esas frecuentes peleas de mis padres eran mi principal fuente de estrés. Creo que realmente me deprimían. El papel de hijo mayor me pesaba demasiado y lo ejercí con seriedad desde los 7 u 8 años. Era el intermediario, el que buscaba la reconciliación.
En el colegio siempre fui brillante. El primero de la clase. Las maestras de primaria, y luego los profesores de la secundaria siempre me mostraban admiración. Mis compañeros, algunos respeto, otros envidia. Pero hasta ahora entiendo que posiblemente mi inteligencia está ligada con este trastorno...
Otro síntoma. A veces tenía delirios de grandeza, sobre todo asociados con cuestiones religiosas. Esto influyó en mi vida de adolescente y me llevó a tomar decisiones radicales. A los 17 años ya pensaba seriamente en la vida religiosa, y a los 19 años decidí dejar mi familia y país para emprender una aventura como "predicador".
No lo sé. No estoy plenamente seguro. Pero podría ser que desde niño ya manifestaba algunas características de las personas con Trastorno Afectivo Bipolar. ¿Cómo ha sido su experiencia?