domingo, enero 18, 2009

Sitios de Interés en Guatemala

Esta semana me enteré de la existencia de dos empresas que ofrecen servicios de atención médica a personas con problemas de "neuro-salud" en la Ciudad de Guatemala. Ambos centros me parecen muy interesantes porque combinan tratamientos psiquiátricos con investigación científica. Los presento a continuación:

BioCiencias Labs es un laboratorio clínico de apoyo diagnóstico en las áreas de Salud Integral, Salud General, Neuro Salud y Salud Emocional.

http://www.biociencias-lab.com/index.html

Dr. Julio Molina Fajardo
Director Médico

Edificio Galerías Reforma. Oficina 311-A
Ave. Reforma 8-60 Zona 9
Ciudad de Guatemala, Guatemala 01009
Teléfono (502)2334-0481 Fax (502)2334-0490

Centro Internacional de Trastornos Afectivos y de la Conducta Adictiva (CITACA) dedicado al estudio y tratamiento de los trastornos mentales y del comportamiento. Cuenta con Centro Clínico Especializado; laboratorio clínico y farmacia, salones de terapia grupal, una Clínica Social de bajo costo para las personas con presupuesto muy limitado, un Centro de Investigaciones, y un Centro de Capacitación y Psicoeducación.

http://www.citaca.org/citaca/

Dr. Alvaro Antonio Jerez Magaña
Director

3ra Avenida 12-65 Zona 9
Ciudad de Guatemala, Guatemala 01009
Teléfono (502)2362-5995 Fax (502)2331-0918

miércoles, enero 14, 2009

Creatividad y trastornos bipolares

Como sé que a muchos les interesa este tema, que es una faceta positiva del TBP, aquí les comparto lo que encontré en el libro titulado "Las fases tempranas de los trastornos biporales" de Barquero Vásquez et al.

Nunca nadie ha escrito, esculpido, modelado, construido o inventado nada que no fuera para, literalmente, salir del infierno. Antonin Artaud.

Tomado del capítulo de N. Barrantes-Vidal titulado "Creatividad y trastornos bipolares: una visión desde las fases tempranas".

En una de las obras más influyentes en este campo, Jamison (1993), psiquiatra y afectada de un trastorno bipolar, muestra la prevalencia excesiva de distintas formas de bipolaridad en diversos campos de creatividad artística, como la pintura y la composición musical:

Escritores, artistas y compositores con diagnóstico probable de ciclotimia, depresión mayor o trastorno bipolar

Poetas
Antonin Artaud
Charles Baudelaire
John Berryman
William Blake
Lord Byron
Paul Celan
John Clare
Samuel Taylor Coleridge
Emily Dickinson
T.S. Eliot
Gustaf Fröding
Federich Hölderlin
Víctor Hugo
Randall Jarrell
John Keats
Robert Lowell
Gérard de Nerval
Cesare Pavese
Sylvia Plath
Edgar Allan Poe
Ezra Pound
Anne Sexton
Percy Bysshe Shelley
Sara Teasdale
Alfred Tennyson
Georg Trakl
Walt Whitman

Escritores
Hans Christian Andersen
Honoré de Balzac
Joseph Conrad
Charles Dickens
F. Scott Fitzgerald
Lewis Grassic Gibbon
Nikolai Gogol
Maxim Gorky
Graham Greene
Ernest Hemingway
Hermann Hesse
Henrik Ibsen
William Inge
Henry James
William James
Eugene O'Neill
John Ruskin
August Strindberg
Lev Tolstoy
Tennessee Williams
Virginia Wolf
Émile Zola

Compositores clásicos
Hector Berlioz
Anton Bruckner
Carlo Gesualdo
George Friedrich Handel
Gustav Holst
Gustav Mahler
Modest Mussorgsky
Sergei Rachmaninoff
Gioacchino Rossini
Robert Schumann
Peter Tchaikovsky
Hugo Wolf

Artistas plásticos
Francesco Borromini
Paul Gauguin
Théodore Géricault
Vincent van Gogh
Arshile Gorky
Ernst Ludwig Kirchner
Michelangelo
Eduard Munch
Georgia O'Keeffe
Jules Pascin
Jackson Pollock
Dante Gabriel Rossetti
Mark Rothko
Nicolas de Staël
Pietro Testa

Finalmente, también se ha establecido en algunos trabajos la elevada prevalencia de formas bipolares en líderes políticos y sociales, entre ellos Alejandro Magno, Cromwell, Bonaparte, Churchill, Roosevelt, etc. (Goodwin y Jamison, 1990).

Trastorno bipolar, el gran desconocido de la Psiquiatría

"El trastorno bipolar es una enfermedad de base genética que afecta a los mecanismos que regulan nuestro estado de ánimo", aclara Eduard Vieta, coordinador del programa de Trastornos Bipolares y director de Investigación de Psiquiatría del Hospital Clínico de Barcelona. El experto explica que este fenómeno provoca que "la persona que padece la enfermedad sufra a lo largo de su vida graves alteraciones anímicas".

Les recomiendo leer este artículo muy informativo y sintético de la Revista El Psiquiatra, Nº 2, 2003, pp. 16-18. Disponible AQUÍ.

jueves, enero 08, 2009

Trastorno Bipolar: ¿Enfermedad o "condición"?

Desde hace varios meses vengo evolucionando en mi propio entendimiento del "trastorno" bipolar (del inglés la traducción literal sería "desorden"). Los lectores observadores lo habrán notado en mis artículos. Todo empezó cuando asistí a una conferencia en la cual se hablaba de la "condición" bipolar y donde se pedía que dejáramos de llamar como "bipolares" a las personas con dicha "condición".

Hoy mismo, en reacción a mi POST anterior sobre el suicidio de mi familiar, un miembro del grupo virtual de autoayuda, quien participó en el debate sobre la bipolaridad como don o maldición, dijo algo que me parece muy interesante y lo comparto con el resto de los lectores (el énfasis lo agregué yo):

Muy acertadas tus palabras, aunque no del todo... Lo único en lo que estoy en total desacuerdo con vos es que te referís a la bipolaridad como enfermedad, un padecimiento... ¡POR FAVOR QUÍTENSE ESO DE LA CABEZA! Es simplemente una condición, un modo de ser.

Y si alguien ha "sufrido" por ella, en mi parte era una gran incomprensión de muchas cosas que mejor prefería ignorar, habiendo pasado por mi cabeza la idea del suicidio ya en alguna ocasión, eso es el pasado... Lo que es el presente y el futuro de cada uno depende de como cada uno lo maneje. Yo en lo particular, insisto en que no padezco nada, sino que tengo una gran fortaleza en mi vida, que la hace más placentera y plena. He platicado bastante del asunto entre mi familia, y mi hermano me dijo, hace unos días algo que me llenó de satisfacción: "Tal vez si no fueras bipolar no tuvieras esa gran pasión por viajar". Todo lo que se necesita es conocer el "padecimiento" y hacerlo una ventaja para la vida.

Como le digo yo a la gente, "ser loco no necesariamente va a ser algo malo". En la vida, "QUE ME LLAMEN LOCO, pero NO enfermo". "La vida vale la pena, y más, si se es bipolar".

Compromiso con la educación sobre el TBP

Esta semana se quitó la vida un familiar muy cercano, quien fue diagnosticado hace varios años con trastorno bipolar. Esta tragedia nos ha llenado de dolor a todos los que tuvimos la dicha de conocerlo. Era una persona muy alegre y generosa. Lamentablemente la enfermedad le condujo a una vida con más dificultades de lo normal.

La última vez que nos vimos, platicamos mucho sobre el trastorno bipolar. Me contó muchas intimidades sobre cómo le afectaba la enfermedad. Dijo que desde hacia algún tiempo había dejado los medicamentos y se “automedicaba” con alcohol. También me confesó que frecuentemente pensaba en quitarse la vida. Lo hizo realidad seis meses después.

Estos días posteriores a su muerte los he pasado meditando. He experimentado diversos sentimientos. Claro, tristeza por la familia, pues este duelo es complicado, especialmente cuando se entiende tan poco sobre la enfermedad, sus causas y consecuencias. Pero también he sentido un poco de rabia y frustración, pues este desenlace se veía venir desde hace varios años. Yo lo traté de advertir a su familia cercana y a la extensa, pero obtuve muy poca atención de su parte.

Lo de las enfermedades mentales sigue siendo un gran tabú en mi sociedad. Las familias no aceptan que dentro de “su sangre”, es decir, en su información genética hay una probabilidad mayor que en el resto de la población de desarrollar este tipo de trastornos. Seguramente, no conviene que “todo el mundo” lo sepa, porque puede tener consecuencias negativas en el mundo laboral debido a la estigmatización y los prejuicios. Pero, al menos, las familias deben ser capaces de reflexionar internamente, pues se debe identificar con anticipación los síntomas en otros de sus miembros.

En mi familia, hace veinte años, ya habíamos sufrido esta misma tragedia con otro ser querido de la generación previa. Pero, lamentablemente, se aprendió muy poco de esa triste experiencia. Ahora, personalmente, me he comprometido a que esta nueva tragedia no quede en el olvido. Debe servir de lección para todos, los más viejos y los jóvenes.

La educación sobre el trastorno bipolar debe ser una prioridad para las familias dentro de las cuales se padece la enfermedad. No sólo para poder comprender a quienes sufren directamente dicha condición, y proveerles del amor y paciencia que necesitan, sino también para estar atentos a los síntomas que puedan presentar personas de las futuras generaciones, nuestros hijos y nietos. Para con ellos, aunque sólo sean una hipótesis, tenemos una gran responsabilidad. Es nuestra decisión si ignoramos o atendemos esta drástica llamada de atención.