Por Eduardo H. Grecco *
La bipolaridad es un don.
Si está dormido, de nada sirve.
La bipolaridad es un talento.
Si está estancado, se transforma en síntoma.
La bipolaridad es una herramienta.
Si no aprendemos a emplearla, puede lastimarnos y lastimar a otros.
La bipolaridad dormida, estancada e ignorada nos conduce a la infelicidad y a estar ausentes del presente.
La bipolaridad despierta, fluyente y asumida proporciona la capacidad de ser una persona autónoma pero solidaria, flexible pero asertiva, interesada en todo mas no dispersa, imaginativa pero realizadora, sensible pero fuerte, intuitiva pero no impulsiva, apasionada pero serena, capaz de dominar los matices sin ser ambigua, compasiva y plenamente presente en el presente y, sobre todo, feliz.
Éste es un buen momento para despertar, para fluir, para saber, un magnífico momento para ser feliz, no a pesar de la bipolaridad sino gracias a ella.
Un buen momento para agradecer los regalos que hemos recibido, los amigos que nos han acompañado, los recursos que hemos aprendido a ejercitar, y el haber podido construir un eje interior que nos permite oscilar con proporción y también con pasión, placer y alegría.
* Tomado de su libro "Despertando el Don Bipolar. Un camino hacia la cura de la inestabilidad emocional" (Ed. Continente, Buenos Aires, 2007).