¡Lo hice! El jueves fui a mi curso introductorio en meditación. Aquí les comparto lo que aprendí.
1. La meditación, desde el punto de vista médico, es una herramienta para contrarrestar el estrés de la vida. En este sentido, se entiende como relajación.
El punto de los médicos es que el estrés es verdaderamente dañino para la salud. Demostrado. Era un mecanismo de supervivencia en la sabana africana cuando eramos cazadores y recolectores, pero ahora hay muchos factores de la vida moderna que nos estresan, pero ese estrés no nos lleva a ningún lado. Sólo hacia la enfermedad. ¡Vaya si lo sabemos los que padecemos la condición bipolar!
2. La meditación requiere de técnicas. No es necesariamente algo propio de una religión (Zen o Budismo). Aunque debemos reconocer que Oriente tiene mucho que enseñarnos a los occidentales al respecto. Así que todos podemos aprender a meditar, sin importar nuestras creencias. Es algo tan vital como hacer ejercicio y comer de forma balanceada.
3. Se ha comprobado que la meditación tiene efectos importantes en nuestra salud. ¡Tiene poder para curar! Baja la presión, previene la intoxicación que provoca el estrés debido al cortisol, epinefrina, norepinefrina, etc. Todo lo malo que provoca el estrés: depresión, diabetes, obesidad, ansiedad, insomnio, adicciones, puede ser contrarrestado por la meditación. La meditación incluso nos eleva el nivel de protección inmunológica de nuestro cuerpo (lo contrario, el estrés, lo baja y por eso nos enfermamos cuando estamos estresados).
4. Practicar la meditación es sencillo. No requiere de grandes conocimientos, pero sí de constancia y práctica. Por eso es importante recibir algún curso que nos provea de consejos para empezar y avanzar poco a poco. Como cuando retomamos una rutina de ejercicio.
5. Puntos básicos: podemos iniciar con 10 minutos de meditacion al día, durante 4 semanas. Se ha demostrado que cuando una persona logra meditar 20 minutos diarios, durante 8 semanas, ya se notan cambios en su cerebro, y empieza a mejorar gracias a menores niveles de estrés.
No hay una sóla posición para meditar. Se recomienda hacerlo sentados, de manera cómoda, y con los ojos cerrados para evitar distracciones visuales. La respiración es clave. Incluso sirve de método para relajarse: uno se concentra en su respiración, la escucha y la siente. Además, hay que dar más tiempo a exhalar (sacar el aire) que a inhalar (respirar). Mejor si lo hacemos desde nuestro vientre.
Otra técnica de relajación es hacer una revisión mental de nuestro cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la cabeza. También se puede contar o visualizar algo en la mente. Si nos distraemos con algún pensamiento, pues podemos regresar a la técnica, ya sea contar, respirar, o visualizar. No pasa nada.
Eso es todo por el momento. Los dejo, para quienes entienden inglés, con esta excelente charla dada en Google por un monje budista francés, que explica las bondades de la meditación. ¡Disfrútenlo y aprendan!
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