Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (4th Edition, Text Revision): American Psychiatric Association.
Tengo ante mis ojos el famoso y debatido DSM-IV-TR. Me voy a la sección de “Mood Disorders” o Trastornos del Ánimo (pp. 345-428). Viene, por supuesto, la descripción del Trastorno Bipolar I y Bipolar II, así como el “trastorno ciclotímico” caracterizado por al menos 2 años de numerosos períodos de síntomas hipomaníacos que no llenan el criterio de un episodio maníaco y numerosos períodos de síntomas depresivos que no llenan el criterio de un episodio depresivo mayor. De hecho, al leerlo, pienso que mi caso encaja mejor en este último. Nota: en niños y adolescentes el criterio es de al menos 1 año. Los períodos descritos pueden estar separados por uno o dos meses en los cuales desaparecen.
Sobre los patrones familiares observados me llama la atención que dice (p. 399): la depresión mayor, y la bipolaridad I y II, son más frecuentes en parientes –en primer grado de consanguinidad– de personas con el trastorno ciclotímico que en el resto de la población. También parece incrementarse el riesgo cuando se tienen parientes con adicciones (alcoholismo, por ejemplo). Todo parece coincidir con mi historia familiar.
También el que algunas veces empieza a manifestarse temprano en la vida de las personas, pero más frecuentemente en la adolescencia o en adultos jóvenes. En mi caso reflexiono que empezó de niño, pero se manifestó con más fuerza a partir de la adolescencia y me afectó en varios aspectos de la vida conforme iba envejeciendo y, por lo tanto, sometiéndome a mayores presiones o fuentes de estrés.
Aunque es difícil llenar todos los detalles del criterio de diagnóstico. Por ejemplo, en mi caso creo que sí he tenido períodos largos sin síntoma alguno, sobre todo en mi niñez y adolescencia –casi seguro aunque la memoria me puede traicionar, pues en esa época no tenía conciencia del problema. Dice que en los primero dos años no debería registrarse episodios de depresión mayor o manía, o mixtos. Creo que sí cumplo con esto, pero cuando uno va al doctor es porque se han presentado ya. Así que seguro habían pasado los dos años, y al no registrar eventos previos mi primer doctor concluyó que lo mío era (o es) bipolaridad II.
Ciertamente, en mi caso no es posible confundir los síntomas con alguna adicción ni condición médica conocida (como hipertiroidismo, por cierto que ya me hice un examen para descartarlo). Finalmente, en efecto, los síntomas me han causado problemas significativos en áreas de la vida social y laboral.
En las páginas 752-753 aparece un interesante árbol de decisiones para uso de los médicos a la hora de hacer el llamado “diagnóstico diferencial” para trastornos del ánimo. Luego se los comparto.
Bitacora al servicio de todas aquellas personas que oscilan entre los extremos de la alegria y la tristeza
martes, enero 18, 2011
miércoles, enero 12, 2011
Homenaje a mi primo: hace dos años que se marchó
No sé por qué se me pasó el mero día para recordar a mi primo -el miércoles anterior-. Bueno, sí lo sé, porque estuve muy ocupado. Pero lamento no haberle dedicado unas palabras en el momento apropiado. Más vale tarde que nunca...
Hace dos años se quitó la vida mi primo Mario Raúl. Como conté antes, nuestro último encuentro giró en torno al trastorno bipolar y a su incredulidad sobre mi condición. Ya que para él ser bipolar significa desear morir... Me lo preguntó muchas veces y yo le contestaba que en mi caso no llegaban esos pensamientos negativos o auto-destructivos (desde el punto de vista de quien no los tiene, ya que para ellos tiene una connotación positiva, de salida a un problema, de "solución"). Él, por el contrario, me decía que todos los días sentía la necesidad de partir...
Yo lo vi tranquilo ese día, pero nos comentó que ya no tomaba medicamentos y a veces se automedicaba con el alcohol. Eso me preocupó. Y sabiendo que él era bipolar I con fuertes episodios maníacos, me esperé lo peor. Así ocurrió, unos meses después.
El otro día fui a visitar su tumba. Le tome foto. Está junto con nuestros abuelos.
Yo no pude acompañarle en el velorio ni en el sepelio. Me hizo falta llorar con sus hermanos y abrazar a mis tíos. Todavía no lo he hecho y creo que me hace falta. Sólo le escribí a la familia parte de lo que pensaba y sentía. Ojalá que algún día abran los ojos y se den cuenta de lo peligroso de ignorar la enfermedad y las necesidades de quienes la padecemos. Espero que algún día comprendan la verdad y que esta los libere.
¡Descansa en paz!
Hace dos años se quitó la vida mi primo Mario Raúl. Como conté antes, nuestro último encuentro giró en torno al trastorno bipolar y a su incredulidad sobre mi condición. Ya que para él ser bipolar significa desear morir... Me lo preguntó muchas veces y yo le contestaba que en mi caso no llegaban esos pensamientos negativos o auto-destructivos (desde el punto de vista de quien no los tiene, ya que para ellos tiene una connotación positiva, de salida a un problema, de "solución"). Él, por el contrario, me decía que todos los días sentía la necesidad de partir...
Yo lo vi tranquilo ese día, pero nos comentó que ya no tomaba medicamentos y a veces se automedicaba con el alcohol. Eso me preocupó. Y sabiendo que él era bipolar I con fuertes episodios maníacos, me esperé lo peor. Así ocurrió, unos meses después.
El otro día fui a visitar su tumba. Le tome foto. Está junto con nuestros abuelos.
Yo no pude acompañarle en el velorio ni en el sepelio. Me hizo falta llorar con sus hermanos y abrazar a mis tíos. Todavía no lo he hecho y creo que me hace falta. Sólo le escribí a la familia parte de lo que pensaba y sentía. Ojalá que algún día abran los ojos y se den cuenta de lo peligroso de ignorar la enfermedad y las necesidades de quienes la padecemos. Espero que algún día comprendan la verdad y que esta los libere.
¡Descansa en paz!
martes, enero 04, 2011
Entro al 2011 con nuevo intento por dormir mejor
Definitivamente, si uno duerme bien su desempeño durante el día será mejor. Las malas noches han sido una constante durante varios años y afectan muchas de mis habilidades cognitivas -especialmente la concentración- y debilitan mi estado de ánimo -tiendo a deprimirme-. Así que de acuerdo con mi nueva Dra. hemos decidido probar con zolpidem, Ambien en EE.UU. o Stilnox en América Latina. Empezaré con media pastillita, 5mg. durante los proximos 30 días, para ver cómo me va.
Tengo algunas dudas, pero las compartiré después. ¡Feliz Año 2011...!
Tengo algunas dudas, pero las compartiré después. ¡Feliz Año 2011...!
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