Esto es algo que se ha debatido bastante, pero no lo suficiente. Cada quien debe llegar a su propia conclusión, especialmente porque es algo que nos afecta personalmente.
Cuando hace cinco años empecé un proyecto importante en mi vida anticipé que la condición bipolar podría interferir en el camino hacia el éxito. Así que se lo conté a la persona que debía orientarme. Ella al principio pensó que era demasiada información, que a lo mejor no necesitaba saber. Pero para mí era importante ser transparente desde el inicio y así estar conscientes de los riesgos.
Estas últimas semanas, cuando se supone debería haber terminado mi proyecto resulta que, en efecto, el trastorno bipolar me ha dificultado avanzar al ritmo esperado de una “persona normal”. Sobre todo con los cambios extremos de clima en el hemisferio Norte, cada invierno mi productividad decrece, según la fuerza de la depresión estacional o cíclica. Pero también en el verano, tanta luz no me deja dormir bien, y ello se refleja en pobre concentración, necesaria para llevar adelante mis tareas.
Así que ahora me vi en el dilema de revelar mi condición a las personas que pueden autorizar una extensión del plazo. Hoy, finalmente, lo hice. Es más, me fue requerido para poder considerar si merezco o no tal “privilegio”.
La verdad es que aquí en los EE.UU. son bastante cuidadosos con lo de la privacidad de los records médicos, pero cuando se llega a ciertas circunstancias pues no queda más que ceder. Así como puede ser que me tengan alguna consideración, también puede ser que más bien me den por caso perdido…
Por otro lado, si alguno de nosotros fuera empleador, ¿nos animaríamos a contratar a alguien con severos e “inexplicables” cambios de ánimo? ¿A alguien con dificultades para ser productivo o que puede tomar decisiones equivocadas –ya sea por exceso de entusiasmo o por falta de interés? No lo sé, depende del trabajo que deba realizar y las responsabilidades que se le asignen. De plano que no lo pondría a manejar dinero. ¿Es injusto? No lo sé, habría que reflexionarlo más.
En general, creo que no conviene salir por el mundo diciendo ¡Soy Bipolar y qué? Los prejuicios contra las personas que padecen alguna enfermedad mental sigue siendo algo común en la sociedad, en parte por la falta de información, y pueden perjudicarnos. Claro que los seres queridos, los más cercanos deben saberlo, pero no siempre conviene que los compañeros de trabajo lo sepan.
Esto da para más debate, pero les dejo con la inquietud. ¿Qué harían ustedes?
Por cierto, muy agradecido por todos los mensajes de solidaridad y comprensión que me dejaron al comentar el POST anterior. Los aprecio mucho.
Bitacora al servicio de todas aquellas personas que oscilan entre los extremos de la alegria y la tristeza
lunes, febrero 28, 2011
sábado, febrero 19, 2011
Semanas difíciles: problemas de concentración y un poco de bajón
Mi esposa insiste en que estoy deprimido, pero yo no quería aceptarlo... No ha sido tan fuerte como en otros inviernos, pero sí he estado un poco bajo del ánimo... Eso me ha afectado en el trabajo, principalmente, porque me cuesta concentrarme.
Con la Dra. nos hemos enfocado en controlar el ciclo del sueño. Así que he estado tomando media cápsula del Zolpidem 10mg (o sea 5mg) para dormir mejor por la noche. Sí me ha ayudado aunque a veces me siento "cabezón" por la mañana.
Ayer tuve una "inyección de adrenalina" por aquello que debía entregar un trabajo y eso me ayudó a la concentración... Pero estuve muy tenso de los hombros al final de la jornada.
Además, ha sido una semana en la que he tenido que tomar decisiones importantes, que seguramente debía haber tomado antes, mucho antes, pero que evadía por el estrés que significaban. Por el momento, todo parece manejable, pero no tengo certeza sobre el futuro -como todos-, pero mi intento de "compartamentalizar" los problemas ha hecho que los invisibilice... Lo cual tampoco es bueno.
A propósito de la depresión, les recomiendo la REVISTA de Redes para la Ciencia que en su actual edición documentó nuevos y prometedores tratamientos. Una querida amiga que esta en Barcelona me facilitó unas de las páginas (ver abajo).
"El reportaje La guerra del futuro contra la depresión, en el número 11 de la revista Redes para la Ciencia, da a conocer algunas de las terapias que se están desarrollando para poner en jaque a esta enfermedad."
Con la Dra. nos hemos enfocado en controlar el ciclo del sueño. Así que he estado tomando media cápsula del Zolpidem 10mg (o sea 5mg) para dormir mejor por la noche. Sí me ha ayudado aunque a veces me siento "cabezón" por la mañana.
Ayer tuve una "inyección de adrenalina" por aquello que debía entregar un trabajo y eso me ayudó a la concentración... Pero estuve muy tenso de los hombros al final de la jornada.
Además, ha sido una semana en la que he tenido que tomar decisiones importantes, que seguramente debía haber tomado antes, mucho antes, pero que evadía por el estrés que significaban. Por el momento, todo parece manejable, pero no tengo certeza sobre el futuro -como todos-, pero mi intento de "compartamentalizar" los problemas ha hecho que los invisibilice... Lo cual tampoco es bueno.
A propósito de la depresión, les recomiendo la REVISTA de Redes para la Ciencia que en su actual edición documentó nuevos y prometedores tratamientos. Una querida amiga que esta en Barcelona me facilitó unas de las páginas (ver abajo).
"El reportaje La guerra del futuro contra la depresión, en el número 11 de la revista Redes para la Ciencia, da a conocer algunas de las terapias que se están desarrollando para poner en jaque a esta enfermedad."
lunes, febrero 07, 2011
Condición "afectiva" o del "estado de ánimo"...?
Hoy recibí un comentario muy interesante de una nueva amiga lectora, desde España:
"El trastorno bipolar no es un trastorno afectivo, es un trastorno del estado de ánimo (TEA)..."
Me parece acertado y apropiado dicho comentario, pues el trastorno o condición bipolar NO nos imposibilita para la afectividad. De hecho, creo que nos predispone a amar o, por el contrario, a odiar con mayor intensidad.
Ciertamente, los polos ocurren en el estado de ánimo: tristeza o alegría, es decir, depresión o manía (euforia).
La verdad, no recuerdo de dónde adopté lo de trastorno "afectivo" bipolar. Aunque no creo que haya sido de una ligera traducción del inglés al castellano, como a veces ocurre entre "bipolar disorder" y "trastorno bipolar", como sería el caso de "desorden bipolar". No es lo mismo.
En inglés casi siempre dicen "mood disorder" que sería "trastorno del ánimo". Habrá que revisarlo, pero creo que nuestra amiga Melodi, de Málaga, tiene razón. Nos ha invitado a visitar su BLOG literario en:
http://insolitadimension.blogspot.com/
En consistencia con este aporte y otro previo sobre lo anacrónico del término "maníaco-depresivo" he decidido cambiar el título del BLOG y el subtítulo. ¡Gracias por sus aportes y comentarios!
"El trastorno bipolar no es un trastorno afectivo, es un trastorno del estado de ánimo (TEA)..."
Me parece acertado y apropiado dicho comentario, pues el trastorno o condición bipolar NO nos imposibilita para la afectividad. De hecho, creo que nos predispone a amar o, por el contrario, a odiar con mayor intensidad.
Ciertamente, los polos ocurren en el estado de ánimo: tristeza o alegría, es decir, depresión o manía (euforia).
La verdad, no recuerdo de dónde adopté lo de trastorno "afectivo" bipolar. Aunque no creo que haya sido de una ligera traducción del inglés al castellano, como a veces ocurre entre "bipolar disorder" y "trastorno bipolar", como sería el caso de "desorden bipolar". No es lo mismo.
En inglés casi siempre dicen "mood disorder" que sería "trastorno del ánimo". Habrá que revisarlo, pero creo que nuestra amiga Melodi, de Málaga, tiene razón. Nos ha invitado a visitar su BLOG literario en:
http://insolitadimension.blogspot.com/
En consistencia con este aporte y otro previo sobre lo anacrónico del término "maníaco-depresivo" he decidido cambiar el título del BLOG y el subtítulo. ¡Gracias por sus aportes y comentarios!
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