jueves, octubre 15, 2009

En nuestra propia voz

En los EE.UU. es impresionante la cantidad de recursos que existen para ayudar a las personas con padecimientos mentales. Hay varios grupos que organizan actividades educativas, de terapia, atención inmediata (en caso de urgencias), y hasta políticas (para concientizar a la población y a los políticos).

He contado varias veces sobre los materiales que recibo de NAMI y DBSA. Ahora les comparto sobre una actividad a la que asistí esta semana. Se llama "In Our Own Voice". Es un panel en el cual un par de personas cuentan su experiencia personal con la enfermedad y se proyecta un breve documental donde hay otros testimonios.

El esquema que siguen es el siguiente: se presentan, cuentan qué enfermedad o condición padecen, los problemas que han tenido como consecuencia de la misma, el proceso de aceptación, el tratamiento que han llevado, su recuperación (incluyendo logros) y los sueños que tienen para el futuro. Lo mismo en el video.

La verdad, esperaba algo más profundo. Me pareció un tanto superficial. Critiqué el simplismo con que presentan la fase del tratamiento, como que si fuera algo muy automático: "¡Me tomo el medicamento y ya me controlo!". Lo cual sabemos que no es así. Por el contrario, es un largo y difícil proceso de ensayo y error, no sólo por el tema de la eficacia del medicamento, sino por los efectos secundarios no deseados.

Al final un par de personas se me acercaron por mi intervención. Una para preguntarme cómo me ha ido sin los medicamentos. Le conte que no he tenido mayores sobresaltos hacia arriba o hacia abajo, aunque no he resuelto el problema del sueño, y soy vulnerable a "mini-depresiones". La otra me dijo que tuviera cuidado y que estuviera siempre alerta a los signos que avisan sobre alguna recaída. Como comentario, la mamá de un muchacho bipolar dijo que ciertamente es difícil lo de encontrar el medicamento adecuado.

Bueno, fue una buena experiencia aunque deprime ver a gente que se ha quedado sola por la misma enfermedad. Pero asumo que eso tiene que ver con la cultura norteamericana (individualismo-independencia). Por cierto, hoy escuché en la radio que muchas de las personas sin casa en los EE.UU. son personas con algún padecimiento mental. Lo mismo se observa en las prisiones. ¡Preocupante!

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