Consultando mi nuevo libro “New Hope for people with Bipolar Disorder” me encuentro con la siguiente explicación (pp. 43-45):
Hay evidencia científica que apoya la teoría de que existe una predisposición genética al trastorno bipolar. Veamos algunos hallazgos que confirman esa correlación.
El Dr. Elliot Gershon, investigador de la Universidad de Chicago, y sus colegas, señalan que la evidencia más sólida proviene de estudios con gemelos idénticos, es decir, los que comparten genes idénticos. En esos estudios, la tasa de similitud entre gemelos idénticos (que indica que ambos tienen el trastorno afectivo) fue de 62 a 72 por ciento, mientras que para los gemelos fraternos dicha tasa sólo fue de 0 a 8 por ciento.
Otro estudio también realizado con gemelos, por el psiquiatra noruego E. Kringlen, también reportó que el factor genético es muy importante para explicar enfermedades como Alzheimer, trastorno bipolar, esquizofrenia, y autismo.
Evidencia adicional sobre la importancia de la genética ha sido encontrada en estudios de adopción realizados en países escandinavos. Dos estudios de niños cuyos padres biológicos también tenían trastorno bipolar, pero que fueron adoptados a los meses de haber nacido por familias que no padecían la enfermedad, han generado más evidencia a favor de la teoría de la transmisión genética de la enfermedad. Los datos de más de cuarenta casos revelan que el riesgo de poseer el desorden afectivo es consistentemente más alto para aquellas personas con familiares con trastorno bipolar, que para quienes tienen familiares sin dicha enfermedad.
Por lo tanto, se puede concluir que los trastornos afectivos son en realidad el resultado de una transmisión genética. Curiosamente, es más frecuente que los familiares de personas con trastorno bipolar sufran de depresión unipolar, y no del trastorno bipolar.
En familias donde hay casos de trastorno bipolar en niños o adolescentes es más probable que otro miembro de la familia esté afectado por la enfermedad. También, si en la familia hay un caso severo de trastorno bipolar, es más alto el riesgo de que la enfermedad aparezca en otro miembro de la familia.
La revisión de la literatura científica también muestra que el modo de transmisión genética del trastorno bipolar es compleja y probablemente abarca la interacción entre varios genes.
Sin embargo, dado que las tasas de concordancia están lejos de ser 100 por ciento en la mayoría de estas enfermedades mentales, es importante tener en cuenta los factores medioambientales. Esta observación es necesaria a la luz de la creciente investigación neurobiológica que muestra que las experiencias individuales pueden modificar los procesos bioquímicos del cerebro, en un grado no apreciado previamente. Esto se denomina “plasticidad del cerebro”.
1 comentario:
Yo soy hija de una persona con un fuerte trastorno bipolar y a los 38 anos ni asomo de la enfermedad para mi,gracias a Dios parece q tengo plasticidad cerebral
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