Perdonen que no había escrito antes algo personal... Después de la muerte de mi primo (se quitó la vida), quedé muy afectado. Me di tiempo para reflexionar y adoptar una postura constructiva.
Visité a la familia y les di todo el cariño posible. Me dediqué a explorar un poco más sobre los orígenes familiares de la enfermedad y a compartir con los primos interesados en conocerse mejor.
También dediqué tiempo a mi mismo. Aprendí un poco sobre meditación y compré los tres libros de Eduardo Grecco. Por cierto, fue un gusto charlar con alguien que conoce esta condición y la comparte.
Me siento algo confundido porque la visita a la familia me ayudó a tomar un nuevo aire. Me sentí bastante bien y productivo. Pero ahora que regreso a mi realidad me siento un poco deprimido. Me encuentro como en una prisión... No sé que hacer.
Me doy cuenta de lo importante que es el medio ambiente para la salud de nuestra mente. Pero no podemos estar huyendo siempre de ambientes poco favorables. ¿O sí?
1 comentario:
No, no podemos. Por eso vas a meditar. Suerte con eso, a mi me funciona.
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