Entrada #130 del BLOG
Me había comprometido a comentar el artículo titulado "Depression's Evolutionary Roots" de la Revista Scientific American Mind (Jan/Feb 2010), pp. 57-61. Autores: Paul W. Andrews & J. Anderson Thomson Jr.
El argumento principal es que la depresión, siendo tan prevalente en la humanidad (entre 30-50 por ciento de las personas han padecido dicha condición alguna vez en su vida), no debe ser entendida como un "defecto" o "desorden" del cerebro, sino como una reacción de la mente ante problemas complejos para poder resolverlos.
Los autores, que también han publicado un artículo más académico sobre el tema en la Revista Psychological Review (Vol. 116, No. 3, pp. 620-654, Julio 2009), han respondido a diversos comentaristas diciendo que sí hay casos en los cuales la depresión es el resultado de un problema en el cerebro, así como puede pasar con cualquier otro órgano del cuerpo, pero que en muchos otros casos la depresión es como la fiebre: un mecanismo fruto de la selección natural para favorecer la supervivencia y la reproducción.
A mí, a veces, no me convence la analogía que frecuentemente los psiquiatras hacen entre el trastorno bipolar y otras enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión arterial, en el sentido que no se pueden curar pero son tratables y se puede vivir con ellas. Para problemas con la presión alta se toma un medicamento, se hace ejercicio y dieta apropiada, pero no es tan simple en el caso de los "problemas" de la mente-y-cerebro. Sin embargo, sí me parece apropiada la analogía entre fiebre y depresión.
La fiebre, explican en el artículo, nos dificulta ir a trabajar y hasta pensar, pero no por ello se considera como un "desorden" o "trastorno". Sobre este tema ver POST previo sobre crítica a los psiquiatras que elaboran el manual que define los criterios de las enfermedades mentales. La fiebre tiene su razón de ser: es una respuesta del organismo ante las infecciones, es un mecanismo de defensa. Si se detiene (por medio de medicamentos) puede ser que la infección se prolongue.
De la misma forma, es cierto que la depresión es una condición emocional dolorosa, que nos puede imposibilitar incluso realizar actividades cotidianas, pero ello no implica que sea una anormalidad que deba ser suprimida por medio de medicamentos. Esto me recuerda algunos puntos del enfoque de Eduardo Grecco, quien entiende la bipolaridad como un don.
El punto es que la depresión puede entenderse como una habilidad del cerebro que ha sido preservada a lo largo de la evolución, como una adaptación. La depresión, según parece, facilita la concentración en la búsqueda de soluciones al problema que nos llevó a dicha situación. Especialmente cuando se trata de dilemas sociales complejos (como la separación de una pareja por indifelidad de alguno de los dos).
Una de las consecuencias de las investigaciones aplicadas al tema es que en lugar de medicar con antidepresivos (o auto-medicarse con alcohol u otras drogas) lo importante es acudir a la terapia (como la cognitiva-conductual) que ayuda a las personas deprimidas a enfrentar directamente el problema que les afecta y mantenerse activos en su medio ambiente social.
2 comentarios:
Mi concepto es que deben haber dos definiciones diferentes para un sentimiento similar, depresión por un lado y tristeza o melancolía por otro.
La depresión debería aplicarse a un problema patológico, de tipo orgánico que genera problemas emocionales y que considero responde a los tratamientos para problemas mentales.
La tristeza o melancolía es un sentimiento que puede considerarse normal y que es la reacción de una persona ante un estímulo negativo: Un fracaso, un duelo, una perdida afectiva que cuando es extremo puede llevar a la persona a problemas mayores pero que no tiene una causa orgánica, pienso que esta no responde muy bien a tratamientos para problemas mentales.
El error que veo es que se trata de tomar los dos conceptos como uno solo y aunque los síntomas pueden ser los mismos corresponden a dos problemas diferentes.
Excelente aporte por la distincion que haces. Estoy de acuerdo.
Algunos, sin embargo, ven un continuo, en el cual la depresion severa se ubica en un extremo, pero es el mismo problema.
Los autores del articulo dicen que, debido a que entre el 30-50 por ciento de las personas han presentado los sintomas que definen la depresion mayor (no la simple tristeza), no se puede afirmar que tantas personas tengan un defecto biologico en el cerebro, solo en un momento de sus vidas (lo cual generalmente ocurre al inicio de la vida adulta).
Con ello no niegan que exista una depresion de origen biologico, tipo desorden o trastorno, pero si afirman que gente "normal" puede tener depresion y no solo "tristeza o melancolia".
Sobre estas aclaraciones ver:
www.scientificamerican.com
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